No son pocos los pacientes que acuden a nuestro Centro de terapias con síntomas de condromalacia rotuliana. Así que volveremos a aprovechar los consejos de nuestros expertos Valentí Sanjuan y Miguel Ángel Domínguez, esta vez para aprender a evitar o sobrellevar este fastidioso problema en las rodillas.
El tejido cartilaginoso presente en nuestras articulaciones actúa a modo de “funda” que impide el roce de los huesos. Y puede, como todos los demás, lesionarse y deteriorarse. Y aunque hablando estrictamente solo es condromalacia el reblandecimiento del cartílago, se usa muchas veces la expresión para referirse a los diversos daños que puede sufrir ese tipo de tejido (lo más correcto sería condropatía). Así que nos perdonaréis si en este post prescindimos un poco (solo un poco) de la precisión terminológica.
Para entendernos, el cartílago puede estar más o menos dañado, y ese daño se clasifica en grados. El más leve es el reblandecimiento que hemos comentado, después las fisuras de mayor o menor importancia y por último las erosiones severas que dejan expuesto el hueso subcondral.
Causas y síntomas
¿Por qué se da ese desgaste del cartílago rotuliano? Pues por causas tan diversas como una musculatura poco equilibrada en los vastos de los cuádriceps, traumatismos de cierta intensidad, prácticas deportivas frecuentes sobre superficies duras o una alteración de la posición de la rótula. Por otro lado, la condromalacia no solo afecta a deportistas, sino también a personas mayores y muy sedentarias, cuya inactividad se suma a la degeneración natural causada por la edad.
Para terminar de despistarte, te diremos que incluso existen estudios que relacionan los problemas de las rodillas con un mal funcionamiento de las vísceras.
La condromalacia rotuliana suele manifestarse con un dolor no demasiado concreto que se presenta al subir y bajar escaleras y, especialmente, al extender la rodilla tras un tiempo con ella flexionada. También puede experimentarse cierta sensación de inestabilidad. En cualquier caso, para un diagnóstico preciso es necesaria una resonancia magnética que revele el grado de afectación del cartílago.
¿Tiene solución la condromalacia? Algunos consejos útiles
Si quieres saber cómo curar una condromalacia rotuliana tenemos que empezar con una noticia no demasiado buena: por el momento no existe una verdadera cura para la lesión, porque el cartílago desgastado no se regenera. Si hay ciertos tratamientos para aliviar los síntomas y reducir la fricción, como las infiltraciones de ácido hialurónico.
No obstante, con ciertas prácticas es posible ganar calidad de vida y, dependiendo del grado de afectación, incluso continuar con la actividad física en mayor o menor medida. Así que toma buena nota:
- Obtén un diagnóstico claro. Es necesario conocer el daño exacto e identificar el origen del problema para poder tomar medidas efectivas. No vale guiarse por la experiencia de un amigo ni por la de tu prima maratoniana. ¡Acude a un especialista!
- Fortalece tu musculatura. Sabiendo qué zona del cartílago está más afectada, podremos empezar con el trabajo de gimnasio. Ya hemos comentado que la lesión puede venir causada por una asimetría de los vastos del cuádriceps, que provoca un trabajo deficiente de la rótula. Así que toca reforzar dichos músculos y los isquios para disminuir el dolor en la zona y liberar un poco esa sufrida rótula. Un terapeuta especializado te sabrá orientar correctamente.
- Elige bien tu deporte. Tus rodillas agradecerán la actividad menos lesiva y de más bajo impacto que puedas escoger. ¿Sugerencias? Natación, bicicleta o elíptica.
- Cuida y escucha a tu cuerpo. Te lo diremos una vez más: tu cuerpo sabe cuándo algo no va bien, y lo normal es que te envíe señales para que tú también lo sepas. Simplemente, asegúrate de atender a esos dolores y molestias y de reflexionar sobre su posible origen. Los kilos de más, por ejemplo, no resultan nada beneficiosos cuando hablamos de problemas en las rodillas, así que cuidar tu dieta es una de las mejores medidas para dar un respiro a tus articulaciones.
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