Os escribo después de un Gran Premio muy especial y difícil a la vez.
Estambul, antigua Constantinopla o Bizancio, entre muchos nombres que ha llevado esta ciudad, es un punto de encuentro de culturas. Será por eso que en cuanto llegas, te das cuenta del caos en el que se vive. Del aeropuerto al hotel metidos en un coche de alquiler, fue toda una odisea. No sé cómo, pero llegamos.
El jueves, siguiendo con la conocida rutina, vuelta caminando con Pedro de la Rosa al circuito Istanbul Park. Estos circuitos modernos son increíbles. Se nota que son seguros porque cuentan con grandes extensiones para hacer escapatorias, pero a nivel técnico son todo subidas y bajadas, curvas imposibles, en fin, una carrera exigente para pilotos y monoplazas.
La siguiente dificultad de este Gran Premio de Turquía la íbamos a sentir el viernes. Pedro hizo unos entrenos libres bastante dignos, pero me di cuenta que el circuito es muy rápido y el calor sería sofocante. Dos condicionantes más en una temporada en la que urge terminar carreras.
Como bien sabéis, el sábado en Fórmula 1 es un día de mucha tensión. El trabajo del fin de semana y sobre todo el planteamiento de la carrera, dependen de una horita bien o mal aprovechada. Pedro siempre da lo máximo, pilotando de manera consistente y sin errores, pero el Sauber da de sí lo que puede. Finalmente, 13ª posición en parrilla. Kamui Kobayashi, su compañero de equipo, consiguió una buena vuelta en la Q2 que le permitió llegar a la Q3, pero ahí se quedó todo.
Este fin de semana estuve con Andreu Buenafuente de nuevo, que nos acompañó una vez más, demostrando lo fan de Pedro de la Rosa que es, y lo que le gusta la Fórmula 1. Andreu es un gran tipo, y tal como sucedió en Montmeló, lo pasamos genial con él. ¡Gracias Andreu! Como buen invitado VIP, colamos a Andreu en la parrilla de salida del domingo y pudo comprobar el ambiente de fuertes sensaciones y disparada de adrenalina. Sensacional, ¿verdad?
Me llamaréis chupacámara, pero es que las teles me piden que comente detalles técnicos sobre nuestro trabajo. Yo siempre doy prioridad a mi trabajo, pero si me sobra algún minuto, atiendo a los periodistas que me lo piden. Esta vez fue TV3 en la previa, que me preguntó por el estado físico de Pedro de la Rosa, especialmente en un circuito como éste que se rueda en sentido contrario a las agujas del reloj. Tal como dije en TV, el cuello de los pilotos sufre mucho más, pero no podemos hacer una preparación especial; es mejor trabajar todo el año ambos lados del cuello. Hay que llevar los deberes bien hechos. Por nuestra parte, todo sin problema.
Vamos a por la carrera. Como siempre, Pedro se marcó una excelente salida para recuperar posiciones. Saliendo 13º es lo que hay. En un circuito tan rápido, poco se podía hacer, más allá de evitar que te adelanten. Pedro lo hizo genial. Mientras por delante, los Red Bull y los McLaren tenían sus diferencias internas. Una carrera impresionante para ver por TV. A tres vueltas del final Pedro tenía a Kamui a tiro, pero aunque duela en caliente, estratégicamente tocaba proteger al compañero y terminar la carrera sin incidentes, con un primer punto para Sauber y para Kobayashi, y para Pedro la recompensa de terminar la carrera. Espero que algún día le devuelvan el favor…
Aunque la gente del deporte tiene fama de fiestera cuando termina de competir, este año no habíamos salido porque no hemos tenido motivos de celebración. No obstante, esta vez decidimos ir a un restaurante espectacular que hay al pie del puente del Bósforo. Estábamos celebrando un buen fin de semana entre Asia y Europa. Espero que nos sirva como punto de inflexión y que después de Montreal (Canadá) os pueda contar buenas noticias.
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