El día comenzó bien en el hostal con un desayuno de alta calidad de la tortilla y queso. Di la vuelta después, me he comprado bocadillos para el almuerzo, me miró a la iglesia y luego me puse en camino. Este hostal cobra menos de la mitad de la cantidad extorsionado por el hotel para la última noche en Francia para un paquete casi idéntico, salvo que la oferta de catalana fue mejor. ¿Por qué esta gran diferencia? me pregunto.
Los primeros 30 km a Sort eran principalmente cuesta abajoaunque un fuerte viento en contra restaba del disfrute de todo. El viaje transcurrió sin incidentes. El tráfico fue la ligera y el camino era bueno, siguiendo el río Noquera Pallaresa. Por varios kilómetros estaba en uso por parte de grupos de una escuelahaciendo piragüismo y rafting.
De Sort había otra subida muy larga y dura hasta el Coll del Canto. La subida fue de 1720m por lo que no tan mala comoayer, en teoría, pero se sentía como la más desagradable hasta ahora. El sol era fuerte y era muy difícil seguir adelante. Me desvié hacia abajo a un restaurante en Vilamur, había un letrero en la puerta – «Tancat», que, a juzgar por la puerta cerrada y el interior oscuro, significa «cerrado». Decepcionante.
Un kilómetro y medio más adelante había una señal que apuntaa algunas fortificaciones de la Guerra Civil. Tenían que servistos, por supuesto. Era un lugar muy atmosférica, pero misnociones románticas de que había sido una posición heroicapor última vez por los republicanos se vieron frustradas. El lugar había sido un puesto fronterizo franquista de 1940 y nada habíaocurrido allí. Aprendí algo, sin embargo: siempre escuchamossobre el terrible bombardeo de Guernica, los republicanostambién se hicieron un poco de bombardeo con avionessuministrados por Rusia.
In the end, all these distractions did not mean it was not necessary to complete the climb so I carried on slowly, with regular stops to admire the view. In the end the weak legs and heat were too much and I gave up, I went and I lurked in the shade and I ate a slow lunch, hoping that the wetness where I was sitting was only from rain.
Las cosas mejoraron después de eso. Pasé la cumbre y le siguió una larga y suave descenso a Adrall. Giré a la derecha enel C14, una carretera mucho más concurrida, con túneles y en algunos lugares muy estrecha, pero de nuevo todo cuesta abajo.
En Organya, donde tenía previsto pasar la noche, el albergue juvenil tuvo otra cartel «tancat» en la puerta, al igual que el único hotel que parecía haber. Era ya mucho después de las 19.30 así que, un poco preocupado, me puse en camino otra vez. Ninguna necesidad de preocuparme: había un hostal a pocos kilómetros, en un atractivo orilla del lago, que cuenta con una piscina y canchas de tenis. No me sirven de nada, pero ahí están.
Otros 100 kilometros completos y solo 167 hasta la meta, pero teniendo en cuenta el calor y el terreno (2.600 metros subidos hoy y no muy plano delante), voy a tomar dos días, con el acercamiento final a Barcelona el domingo.
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