Segunda carrera de diecinueve. Los días siguen pasando muy deprisa. Cada vez me siento más a gusto e integrado en el equipo. Me doy cuenta que hablo un inglés más parecido al de los indios de las películas del oeste, pero me entiendo con todo el mundo, que es lo que realmente cuenta.
Deportivamente la valoración no es del todo buena, ya que habíamos trabajado muy duro para poder coger los primeros puntos y a falta de dos vueltas para el final se han esfumado todas las opciones por falta de neumáticos. Pedro ha hecho lo imposible por mantener la posición y el coche corriendo en la pista. Tiene muchísimo mérito lo que ha aguantado, pero al final lo que vale es el resultado.
Si después de Bahrein os contaba lo mal que lo pasé en mi pluriempleo con la pizarra, después de esta carrera ya me siento más seguro, pero me falta mucho camino por recorrer.
Yo ya había estado en Australia en los ISDE, 6 Días Internacionales de Enduro (competición de motos), como masajista del Equipo Nacional. De eso hace ya 12 años, fue en 1998. Será por la edad pero el viajecito hasta aquí ha sido largo. No quiero pensar cómo será el de vuelta después de Malasia, y los que me quedan de ida y vuelta a las carreras de Asia.
Sobre mi integración en el equipo me falta trabajar la química con el otro fisioterapeuta. Josef Leberer es un profesional reconocido en el mundo de la Fórmula 1. Fue hombre de confianza del gran Ayrton Senna y su experiencia y prestigio pesan sobre cualquiera que llegue “nuevo” a su mundo. El hecho que yo esté aquí es imposición de Pedro de la Rosa y es ante Pedro que yo debo rendir cuentas. Pero también sé que llevarme bien con Josef nos beneficia a todos. Estamos en el buen camino porque ha visto en mí un profesional que sabe lo que hace y que cuida de su piloto para que esté al 110% cuando se sube al coche. Acabaremos siendo grandes amigos.
Ahora que digo lo del 110%… Os voy a aclarar esto. No creáis que no sé lo que digo, para nada. Sé que el máximo es el 100%, pero lo del 110% es una consigna que llevamos Pedro de la Rosa y yo desde que nos conocemos. Pedro nunca se ha conformado con alcanzar el 100% y yo tampoco, así que le dimos «un poquito más» de competitividad. Por lo que, estar por debajo del 110% no nos vale.
Bueno pues ya van dos y sin pausa vamos para la tercera, este fin de semana en Malasia.
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