La crioterapia tiene poco de novedoso. Hace muchos, muchos siglos, el frío ya era utilizado para el tratamiento de dolores e inflamaciones, y en eso, grosso modo, consiste la práctica crioterapéutica. La baja temperatura favorece la recuperación de los tejidos y reduce el efecto de las lesiones, lo que unido a su facilidad de aplicación ha generalizado el uso en el ámbito deportivo. Y ahora estás pensando: ¿Podríais ser un poco más concretos, por favor? Pues vamos a intentarlo.
Los beneficios demostrados de la crioterapia
A día de hoy están más que contrastados ciertos efectos que la aplicación del frío tiene sobre nuestro cuerpo en general, y sobre nuestros músculos, tendones y ligamentos en particular.
En primer lugar, el frío es vasoconstrictor, lo que significa que reduce el diámetro de los vasos sanguíneos y, en consecuencia, la cantidad de sangre que llega a la zona tratada.
Es esa reducción temporal del flujo sanguíneo en el área afectada lo que explica las propiedades antiinflamatorias de la crioterapia en caso de lesión. Seguramente alguna vez, tras una torcedura fuerte, te has puesto hielo en el tobillo para contener la hinchazón, ¿verdad?
Al mismo tiempo, el frío estimula la actividad circulatoria y favorece la eliminación de los desechos metabólicos producidos por el ejercicio. Por eso la crioterapia tiene también un efecto acelerador de la recuperación muscular.
Y todavía habría que añadir la capacidad analgésica: el frío disminuye la sensibilidad en la zona y reduce las molestias tras una sesión intensa de actividad física, además de calmar los espasmos musculares.
¿Cuándo se puede utilizar?
La crioterapia puede resultar útil en multitud de casos. Actúa contra las varices, que son pequeñas dilataciones venosas en las que se acumula sangre, y refresca y recupera las piernas cansadas. Pero, centrándonos en su uso deportivo, lo usual es emplear el frío después del entrenamiento para aliviar la musculatura y las articulaciones, y como medida preventiva frente a posibles daños en las fibras.
Cuando se trata de utilizar la crioterapia frente a golpes, esguinces o traumatismos, lo aconsejable es la aplicación de frío durante las primeras 72 horas, pero nunca más de 20 minutos seguidos. Hay que saber qué tiempo y frecuencia son necesarios en cada caso: si fallamos por defecto, el tratamiento no resultará eficaz, y si nos pasamos podría causar quemaduras u otras consecuencias indeseadas.
Además, la crioterapia presenta algunas contraindicaciones que es preciso conocer. Provoca cierto aumento de la presión arterial y algunas de sus formas de aplicación deben estar siempre supervisadas por un profesional, así que no dejes de consultar con uno para caminar sobre seguro.
Maneras de aplicar frío a nuestros músculos
Ya conoces la forma de crioterapia más clásica y doméstica: las bolsas de hielo (o de guisantes congelados) colocadas sobre la zona que queremos enfriar. De igual manera se utilizan los paquetes de gel, que pueden alcanzar una temperatura inferior.
Sobre el empleo de toallas o compresas frías, deberías saber que su efecto es solo superficial porque se mantienen muy poco tiempo a baja temperatura.
La inmersión no presenta ese problema: sumergir las piernas (e incluso el cuerpo entero) en agua muy fría es otra de las prácticas comunes de crioterapia. Con ello no se busca un tratamiento localizado sino una recuperación general, y el tiempo de exposición al frío es notablemente más corto.
El criomasaje, por su parte, es una opción diferente que combina el efecto de la temperatura con la práctica del masaje. Debe realizarlo un profesional cualificado, así que queda fuera del ámbito domestico.
Existe aún otra posibilidad de aprovechar los beneficios de la crioterapia deportiva en tus músculos y articulaciones. Un gel frío como Madform Mad Freeze es capaz de proporcionarles ese efecto y de aliviar tensiones, sobrecargas y contracturas. Resulta muy fácil de aplicar, se absorbe rápidamente y ayuda a recuperar una musculatura tan fatigada como la tuya después de esas intensas sesiones que te pegas a veces. Pruébalo y nos cuentas…
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