Seguramente conoces el caqui, esa fruta tan peculiar y llamativa. Lo que quizá no sepas es la cantidad de ventajas que ofrece a los deportistas, así que te las vamos a explicar. Pero lo primero es lo primero: ¿de dónde viene este alimento?
El origen del caqui, como el de tantas otras cosas, está en la China de hace varios miles de años. Con el tiempo, el árbol que da ese fruto de pulpa dulce y gelatinosa llegó a tierras vietnamitas, coreanas y, sobre todo, japonesas, y fue precisamente en Japón donde se bautizó con el nombre que nosotros usamos. El caqui y sus beneficios, sin embargo, no se extendieron por Occidente hasta el siglo XIX.
Por qué el caqui debe estar en la dieta del deportista
Nuestra fruta contiene una gran cantidad de carbohidratos, especialmente glucosa y fructosa, y puede presumir de un alto valor nutritivo, lo que unido a su mínimo contenido en grasas la hace ideal para los deportistas. Además, el caqui es rico en potasio, necesario para el buen estado de los músculos, y en elementos antioxidantes como la provitamina A, cuyo tipo más común es el betacaroteno.
La vitamina C también tiene cualidades antioxidantes y está igualmente presente en los caquis, en especial cuando el fruto no ha madurado todavía. Es muy importante para la salud de los huesos y para lograr un organismo más resistente a las infecciones.
Pero el caqui, por encima de todo, tiene un elevado contenido en agua. Por eso, incorporarlo a nuestra dieta resulta idóneo para mantener la buena hidratación que cualquier deportista necesita. Además, favorece la eliminación de toxinas y ayuda a depurar el cuerpo más eficazmente.
Por otro lado, posee propiedades laxantes en su estado de maduración, y astringentes cuando todavía está verde y conserva toda su riqueza en taninos. Así que si hay alguna dificultad de tipo digestivo que te dé la lata en los entrenamientos (o fuera de ellos), el caqui puede ser una muy buena solución natural.
A estas alturas ya deberíamos haberte convencido de que los beneficios del caqui para el deporte son numerosos. Contar con él en tu dieta y comerlo con regularidad te ayudará a rendir más y contribuirá a una mejor recuperación muscular, en particular cuando llegan las temperaturas altas y aumenta el riesgo de sufrir una deshidratación o una bajada de azúcar.
Otras propiedades del caqui
Desde un punto de vista más general (está bien recordar de vez en cuando que los deportistas somos personas como las demás), el caqui resulta beneficioso para la vista, y su abundancia en potasio y escasez de sodio lo hacen indicado para personas con hipertensión. Además, su efecto antioxidante ayuda a combatir el envejecimiento y a prevenir enfermedades degenerativas.
Eso sí, hay que tener en cuenta que quienes padecen diabetes harán bien en consultar antes al especialista para saber si el aporte de azúcares de la fruta les resulta conveniente.
Algunos consejos para comer caquis
Un detalle importante: el caqui es una fruta frágil, así que intenta elegir los que parezcan intactos y ten cuidado con su transporte.
Lo más habitual es tomarlo crudo, como cualquier fruta fresca, pero hay que esperar a que esté bien maduro y su pulpa se vuelva blanda y apta para comer con cucharilla. Si todavía le falta un tiempo, mantenlo a temperatura ambiente hasta que llegue a su punto. Una vez maduro, es mejor que lo metas en la nevera si no lo vas a consumir inmediatamente, pero ten en cuenta que no aguantará demasiado. En caso necesario, el caqui no se quejará si decides congelarlo y aprovecharlo después de una temporada.
También es perfecto para hacer mermelada, combinarlo con yogur o frutos secos, o dar un toque exótico al arroz y a los postres. A lo largo y ancho de la red encontrarás un montón de recetas con caqui para que elijas la forma que más te guste de añadirlo a tu dieta.
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