Las causas del dolor muscular pueden ser muy variadas. Desde malas prácticas deportivas hasta falta de nutrientes, pasando por enfermedades (en las que puede acompañar a los dolores de cabeza), tensiones, sobrecargas y lesiones. Como es lógico, para combatir de forma adecuada ese dolor es totalmente indispensable identificar su origen.
Tensión o estrés muscular
El dolor muscular producido por tensión o estrés se presenta cuando sometemos a una zona del cuerpo a una carga superior a la que es capaz de resistir. A la larga, esto puede llegar a producir lesiones o una inmovilización, temporal o permanente, de la zona en cuestión.
Entre las causas más comunes del dolor muscular por estrés están las siguientes:
- Realizar un ejercicio incorrectamente: Por desconocimiento, muchas de las personas que se ejercitan en los gimnasios realizan algunos ejercicios de forma perjudicial para su musculatura. Pero no creas que solo le ocurre a la gente inexperta, porque es relativamente fácil realizar malos gestos técnicos de manera inconsciente y acabar padeciendo tensión o estrés muscular.
- Estrés laboral: Del mismo modo, si te pasas el día frente a un monitor es probable que desarrolles una mala postura que haga sufrir a tus músculos. Esa es una de las causas más frecuentes del dolor de espalda.
- Empujar un objeto demasiado pesado para nuestra fuerza: En general, exigir a nuestra musculatura un esfuerzo excesivo también suele traducirse en tensión o estrés.
- Antiguas lesiones: ¿Padeciste una lesión hace meses o incluso años? Si es así, ciertos entrenamientos exigentes con el músculo dañado pueden producir un efecto indeseado.
- Uso de calzado inadecuado: El tendón de la planta del pie es un gran desconocido excepto para aquellos que sufren de tensión muscular en esa zona. Si por motivos laborales debes pasar muchas horas de pie, es esencial que elijas correctamente tu calzado.
Como ves, los dolores musculares por tensión o estrés suelen deberse a malos hábitos, así que es buena idea que dediques un rato a repasar los tuyos. ¿Utilizas las máquinas del gimnasio correctamente? ¿Cuál es tu postura en la oficina? ¿Tu calzado es el adecuado? ¿Haces ejercicios de estiramiento? Identifica tus malas prácticas y concéntrate en corregirlas. Con eso habrás dado un importante paso para evitar futuros problemas musculares.
Si nuestros consejos llegan un poco tarde y ya sufres dolores por tensión y estrés, hay algunas medidas sencillas que pueden servirte para aliviarlos:
- Las almohadillas térmicas o bolsas de hielo te ayudarán a relajar la zona afectada y reducirán las molestias.
- Un masaje en la zona afectada también resultará útil para atenuar las contracturas. Puedes emplear la crema Doble Potencia de Madform, desarrollada para ayudar a la recuperación muscular de forma intensiva gracias a su acción frío-calor y su rápida absorción.
Lesión en un músculo
Las lesiones en la musculatura se manifiestan, por desgracia, de muchas formas distintas. Es raro que quienes practican ejercicio regular no experimenten alguna vez un tirón, un calambre, una contusión, una distensión muscular o un desgarro de mayor o menor grado.
Cuando se sufren golpes directos sobre el músculo lo usual es que aparezca un moratón y que, con el tiempo, acaben pasando las molestias. Pero en caso necesario, hay opciones efectivas para aliviarlas, como Madfreeze.
Los desgarros de fibras, bastante más desagradables, suelen provocar un dolor muy intenso. Aplicar la crema Doble Potencia sobre la zona de manera habitual ayudará a acelerar su recuperación.
Por último, un tirón consiste en la contracción del músculo a consecuencia de un movimiento corto e intenso, y resulta muy habitual entre tenistas y jugadores de bádminton. En esos casos es aconsejable un ligero masaje con la crema recuperadora Sport Formula.
Sobrecarga: usar el músculo de forma demasiado exigente
Cuando de manera prolongada practicamos repeticiones de ejercicios que afectan a una región muscular concreta se puede producir una sobreexcitación del músculo, es decir, una contracción involuntaria y continua de las fibras musculares.
Los músculos del cuello y de los hombros pueden verse afectados cuando se realizan ejercicios de fuerza, como pesas o fondos de bíceps y pectorales. Sabrás que padeces una sobrecarga muscular cuando sientas dolor y pesadez en los músculos en cuestión, a veces acompañados de molestias en las articulaciones o falta de movilidad.
Y ahora, la pregunta importante: ¿Qué hay que hacer para evitar que el daño se agrave?
- Descansar. Parece obvio, pero a mucha gente le cuesta vivir sin entrenar. Si te empeñas en seguir haciéndolo, evita al menos ejercitar el grupo muscular afectado.
- Aplicar calor en la zona afectada. Hacerlo dos veces al día es indispensable para disminuir las molestias y la inflamación. Te facilitará las cosas emplear Cremy Gel, una crema vasodilatadora que incrementa el flujo de sangre en la zona de aplicación y calma el dolor al tiempo que ayuda activamente a la recuperación muscular. También puedes usar la crema antiinflamatoria Doble Potencia de Madform.
- No olvides realizar ejercicios de relajación y estiramientos, especialmente si padeces dolor de espalda.
Déficit de hierro
El déficit de hierro es más común en mujeres que en hombres, y sus causas, que es necesario conocer para el tratamiento, pueden ir desde una nutrición inadecuada hasta hemorragias intestinales. La mayoría de las veces, la deficiencia de hierro no revela nada grave y se puede tratar fácilmente. Es frecuente cubrir dicha carencia con una dieta correcta o incluyendo suplementos de hierro en nuestra alimentación diaria.
Las mujeres que sufren de menstruaciones más abundantes o prolongadas suelen experimentar este déficit, también asociado al dolor muscular.
Déficit de vitamina D
Muchas veces, el dolor muscular está ligado a un nivel bajo de vitamina D. Cuando esto ocurre, la molestia no se localiza en una zona específica, sino que afecta a diferentes partes del cuerpo.
Nuestros músculos necesitan vitamina D para trabajar a pleno rendimiento, y esa vitamina puede obtenerse de tres maneras: a través de la piel, de la dieta y de los suplementos.
El cuerpo produce vitamina D naturalmente después de exponerse a la luz del sol, pero demasiada exposición al sol puede ocasionar envejecimiento cutáneo y cáncer de piel. Es recomendable tomar el sol durante unos pocos minutos al día, pero de forma continuada. Por supuesto, en caso de practicar deporte en el exterior, es importante utilizar crema solar Madform, que ofrece protección de muy alta intensidad.
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