Es difícil que a estas alturas no sepas nada del spinning y sus beneficios. Y es que, aunque se trata de una modalidad joven, se ha popularizado a enorme velocidad en los gimnasios. Por eso es una de las opciones más demandadas por las personas que quieren ponerse en forma, y muy en particular por las que buscan adelgazar.
¿Por qué ha tenido tanto éxito el spinning? Pues, probablemente, porque resulta divertido, y lo que se hace en los gimnasios nunca ha estado muy relacionado con la diversión, para qué nos vamos a engañar. El spinning se realiza sobre una bicicleta fija, en sesiones que no suelen superar la hora de duración, y se trata básicamente de seguir las instrucciones del monitor, que va indicando qué postura debemos adoptar sobre la bici y qué intensidad debemos imprimir a nuestro pedaleo. Las sesiones suelen incluir simulaciones de ascensos, descensos y pedaleo en llano, y algunas veces ejercicios para tronco y abdominales.
Además, claro, está la música, que sirve para ayudar a marcar el ritmo, dar alegría a las clases y motivarnos para sudar la gota gorda.
¿Cuáles son los beneficios del spinning?
Si entre las ventajas del spinning hay una especialmente apreciada, es su efectividad para quemar grasa y hacerte perder peso. Se trata de una actividad básicamente aeróbica, cuya exigencia se puede adaptar a cualquier nivel. Eso sí, debe realizarse a cierta frecuencia cardíaca para dar buenos resultados; o sea, que si el ritmo que llevas te resulta tan cómodo que casi no te cansas, de poco te servirá el ejercicio. Deja que los monitores te aconsejen sobre ese tema, porque es importante tenerlo claro.
Pero el spinning no es únicamente un ejercicio perfecto para quemar calorías y muy válido para reducir la celulitis y la grasa localizada. También mejora el tono muscular de tus piernas, glúteos y abdominales, e incluso el de brazos y dorsales. Se trata de un trabajo mucho más completo de lo que pueda parecer a primera vista.
De las diferentes intensidades que hay en las sesiones también se derivan beneficios, como el aumento de las capacidades aeróbica y anaeróbica. Y por si todo esto fuera poco, el spinning hace de vía de escape ideal para el estrés y la tensión. A golpe de pedal y en un ambiente dinámico y motivador.
Algunos consejos para practicar spinning sin sufrir lesiones
Una de las mejores cualidades del spinning es que existe un riesgo de lesión muy bajo gracias a la ausencia de impactos. Pero eso no quiere decir que no haya que tener en cuenta ciertas recomendaciones para ir sobre seguro:
Ajusta bien la bicicleta, y coloca el sillín a una altura que permita que tu pierna quede casi estirada cuando el pedal esté en su posición más baja. El manillar debe estar ligeramente más alto que el sillín.
En la bici debes adoptar una postura relajada que permita a la columna mantener una curvatura normal. No apoyes el peso del cuerpo sobre el manillar e intenta pedalear de forma circular.
Como parece lógico, las lesiones más comunes en el spinning son casi idénticas a las propias de la práctica del ciclismo. Las posturas son similares y el tipo de esfuerzo también, ya que se trata, justamente, de imitar el trabajo ciclista sin moverse del sitio. Eso quiere decir que los puntos a los que debes prestar más atención son tendón de aquiles, lumbares, rodillas y cervicales. Te lo explicamos todo en nuestro post sobre las lesiones típicas en el ciclismo.
Por último, no olvides la hidratación. En el spinning se suda a mares, así que lleva a las clases ropa adecuada, agua y una toalla.
¿Quieres empezar a hacer spinning y no sabes cómo hacerlo?
Lo mejor es apuntarse a un gimnasio y dejarse orientar por los profesionales. Suele haber clases de varios niveles y ellos te indicarán el que más te convenga. Además, el spinning es una actividad que cobra todo su sentido cuando se realiza en grupo; disfrutarás más, rendirás mejor y… ¡te lo pasarás la mar de bien!
El tiempo adecuado de entrenamiento depende de tu condición física y de tus intenciones. Como siempre, lo aconsejable es empezar poco a poco, y tres sesiones semanales de 20 a 30 minutos pueden ser una buena forma de hacerlo.
Si no te sobran huecos en la agenda, piensa que esta es una de las actividades que ofrecen más beneficios en relación al tiempo invertido. Se puede practicar durante todo el año, sirve tanto para personas mayores como para atletas, y es un quemagrasas de primera. ¿Qué excusa decías que tenías?
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