Hay muchos y muy buenos motivos para calentar antes de hacer deporte, pero seguramente el más poderoso de todos sea la prevención de las lesiones. Te sorprendería saber cuántos de los muchos lesionados que hemos tratado en el Centro de Terapia Deportiva de MADFORM a lo largo de estos años se habían hecho daño por una simple falta de calentamiento.
Resulta extraño que tantas personas practiquen ejercicio sin calentamiento previo porque se trata de algo bastante intuitivo: el propio cuerpo nos pide que lo hagamos, e intentaremos explicarte el porqué.
Beneficios del calentamiento físico
El calentamiento deportivo se podría definir como una serie de ejercicios que se realizan antes de una actividad física más o menos intensa, con el objetivo de preparar el cuerpo (y la mente) para dicha actividad.
Los beneficios de calentar, siendo más concretos, empiezan por una reducción de la densidad muscular. Un músculo con más temperatura es menos denso y más elástico, lo que disminuye la probabilidad de que sufra daños durante el ejercicio. También mejora la calidad de su trabajo, pues sus fibras pueden contraerse con mayor fuerza y velocidad.
Por otro lado, un buen calentamiento acelera el ritmo cardíaco y aumenta el flujo de sangre, y ello se traduce en más oxígeno disponible para cuando comencemos la actividad intensa. Al pasar por un músculo caliente, la sangre también incrementa su temperatura y el oxígeno que transporta es liberado con más facilidad, lo que puede ampliar la resistencia muscular.
El proceso de calentar estimula también los mecanismos reguladores de la temperatura corporal, que realizan mejor su función desde el comienzo del ejercicio y hacen posible, después, un enfriamiento más equilibrado.
Por último, y como ya hemos apuntado, las ventajas del calentamiento no se limitan a lo estrictamente físico. La dimensión mental de la actividad deportiva es lo que nos permite desconectar de las preocupaciones diarias cuando hacemos ejercicio, y lo que hace del deporte un buen remedio contra la ansiedad. Recuérdalo: también tu cabeza agradecerá una preparación progresiva para ir centrándose en lo que hay que hacer y dejar a un lado lo demás.
Tipos de calentamiento
Lo más común es que una rutina de calentamiento se componga de tres fases:
- Cardio de baja intensidad, sea trotar, subirse a la elíptica u otra actividad similar, durante cinco o diez minutos.
- Un calentamiento general, con estiramientos dinámicos (los estáticos logran una relajación que puede no resultar conveniente), trabajo de articulaciones y ejercicios que involucren a los grandes grupos musculares y busquen la amplitud de movimientos.
- Un calentamiento específico para el deporte que nos disponemos a practicar, empleando los gestos concretos de la actividad y aumentando la intensidad de forma progresiva.
Por supuesto, la definición precisa de la rutina va a depender del deporte que vayamos a realizar, y otro tanto se puede decir de su duración: cuanto mayor sea la intensidad del ejercicio que nos espera, mayor debe ser el tiempo dedicado al calentamiento.
Si te dedicas al running, será buena idea incluir en esa rutina ejercicios para expandir la caja torácica, activar la cadera y preparar la acción de impulsión. En caso de afrontar una sesión de fitness que suponga trabajo de fuerza, no olvides prestar especial atención a las rotaciones articulares y a aquellas partes de tu cuerpo con cierta tendencia a causar molestias. Puedes finalizar el calentamiento realizando el primer ejercicio de la sesión con una carga o intensidad menor y ampliando el movimiento de ejecución.
Ayudas eficaces para tu calentamiento
Aunque es verdad que debemos ser especialmente cuidadosos con el calentamiento en invierno, la calidez ambiental no significa que tus músculos estén acondicionados para el deporte. Usar antes un gel de precalentamiento te ayudará a elevar la temperatura de músculos y articulaciones y reducirá las probabilidades de lesión. Cremy Gel es un vasodilatador que aumenta el flujo de sangre en la zona tratada y tiene, además, propiedades terapéuticas que alivian las molestias causadas por lesiones crónicas.
Pocos consejos resultan más valiosos para un deportista que aquellos que le sirven para calentar mejor y alejar el fantasma de las lesiones. ¿Tienes alguno para compartir con la gran familia de MADFORM?
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